martes, 2 de marzo de 2010

Un fin de semana


-Miro al horizonte pero sólo veo una luz blanca, nadie me ve ni me oye...¿Por qué?...
2 días antes...
-¡Mamá, mamá!
-¿Qué quieres Santiago?
-¡He recibido una carta de los abuelos!
-¿Qué dicen en la carta?
-Quieren que vaya a su casa este fin de semana. ¿Puedo?
-Claro hijo.
Dos días después Santiago inició su viaje en metro hacia Sevilla. En el metro se le cayó la cartera, empezó a buscarla, fue gateando hasta que chocó con unas piernas, miró hacia arriba, era una chica, más o menos de su misma edad, levantó la vista y miró por debajo de una falda; rápidamente volvió a bajar la vista y la chica le habló...
-Perdona, ¿esta cartera es tuya?
-¡Ohh! La has encontrado, muchas gracias, y perdón por mirar, ya sabes, ahí...
-No pasa nada, toma.
Santiago cogió la cartera de las manos de la chica, intentó hablarle pero no le salían las palabras. De repente la chica dijo:
-Yolanda.
Santiago se extrañó y dijo:
-¿Qué?
-Me llamo Yolanda, ¿es eso lo que quieres saber?
- ¡Ssí ssí síí! ¡Eso mismo! Gracias...
-¿Y tu nombre es...?
- ¡Ahh sí! Lo siento, lo siento, mi nombre es Santiago!
-Encantada.
Santiago estaba claramente enamorado, y él lo sabía. Lo sabía tanto que se puso muy nervioso, empezó a sudar, de repente se desplomó sobre el suelo del metro...Todo el mundo se dirigió hacia él...
-¿Dónde estoy...? ¿Qué hace toda esa gente ahí...? Perdonad, ¿me podríais decir qué ha sucedido? ¿Hola? Estoy aquí señora, por favor ¡necesito saber qué ha pasado!...
Miro al horizonte pero sólo veo una luz blanca, nadie me ve ni me oye...¿Po rqué?...

Joan Albà, Mark Gázquez, Éric Sannicolás, 3r A. Castellano.

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